viernes, 21 de marzo de 2014

Fondo y Superficie "en juego"



Sobre "GAME, mesa redonda sobre mujeres y artes en Navarra"

Ayer tuvo lugar en el Palacio del Condestable de Pamplona la mesa redonda GAME (Género, Arte, Museos y Economía) programada dentro del Festival Miradas de Mujeres, dirigida por Marta Prieto y moderada por Maier Vélez, Vocal de Cultura del COAVN Navarra. En ella participaron por orden de presentación, Maite Apezteguía, arquitecta y docente, Txaro Fontalba, artista visual, Alicia Otaegui, artista visual, Mercedes Jover, actual directora del Museo de Navrra y Maria Victoria Vidaurre, empresaria y presidenta de  AMEDNA (Asociación de Mujeres Empresarias y Directivas de Navarra).

Las ponentes se presentaron y de forma diversa hablaron, unas, sobre sus experiencias personales y profesionales, otras, sobre puntos que consideraban importantes para el debate de las mujeres en las artes. Así, Maite Apezteguía hizo referencia a la necesidad de “ponerse el traje masculino” en una profesión como la arquitectura para ser competitiva. Txaro Fontalba señaló su sensación de “estar una y otra vez recomenzando” cuando abordamos este asunto que parece haberse estancado en el Estado Español desde los 90’s cuando se popularizaron las exposiciones de mujeres, como la célebre 100% comisariada por Luisa López Moreno y Mar Villaespesa. Alicia Otaegui habló del sobreesfuerzo que hemos de realizar las mujeres para adaptarnos a las circunstancias de presupuestos, presiones y tiempos en nuestro trabajo y destacaba que “el talento no tiene género, lo que sí lo tiene son las oportunidades”. Asimismo Mercedes Jover habló de su campo como un espacio liderado por mujeres en Navarra, así como de la necesidad de exigir cambios en la sociedad que incluyan a mujeres y hombres como artífices de los mismos. Por último, Victoria Vidaurre destacó algunos datos extraídos de informes como el de MAV, accesible en su web*, sobre los porcentajes superiores de mujeres licenciadas en Bellas Artes con respecto a los hombres y su contraste con el número de obras de mujeres y hombres en las colecciones de los museos de arte, etc.

Rápidamente salió a colación el tema de la visibilidad de las mujeres creadoras, si es o no adecuado priorizarla y anteponerla a otras estrategias de lucha por la igualdad. ¿Para qué es tan necesaria y merece toda nuestra atención? preguntaba una asistente a las ponentes. La respuesta fue clara y contundente: porque si no eres visible no existes. Maite Apezteguía, Mercedes Jover y Victoria Vidaurre argumentaron la evidencia de su necesidad, ya que las mujeres que trabajan en el mundo de las artes visuales (así como las profesionales de cualquier campo) deben dejar de pasar desapercibidas para que sus contribuciones y vidas sirvan de referentes para las generaciones actuales y futuras.

Pero la pregunta iba más allá. Recogía el debate que ya se dio en las jornadas teóricas del proyecto expositivo “Genealogías Feministas en el arte español: 1960-2010” ** así como en tantos otros eventos y que sigue hoy rebotando en el espacio del foro colectivo artístico feminista: si la simple visibilización de mujeres artistas es en sí misma una estrategia de transformación social, si funciona como un placebo o si incluso se trata de una estrategia contraproducente en el sentido de devaluación de la obra de mujeres artistas y teóricas, no sólo por el hecho de crear subcategorías para esa producción, sino porque puede desembocar en la composición de un totum revolutum en el que la única característica común entre las obras o los debates, es que han sido creados por una persona de sexo femenino.

Txaro Fontalba muy acertadamente apuntaba la necesidad de crear genealogías que están por escribir en contraposición a la mera visibilización, las cuales nos acercarían a un conocimiento más profundo sobre la producción artística femenina en nuestro país que es desconectada e “intermitente” al igual que afirma Patricia Mayayo. Fontalba destacaba así la diferencia entre la visibilización y el reconocimiento, poseedor este último de un consenso social que puede constituir en una mejor herramienta para la creación y consolidación de referentes femeninos en la historia y el presente. Así pues, la creación de genealogías y de reconocimiento, requiere de un trabajo de reflexión y creación de criterios que valoren la obra de las mujeres desde estructuras transformadas, según yo lo veo.

El debate entre fondo y superficie estaba servido.

Se habló de datos sobre mujeres y arte y del “misterioso” hecho de nuestra infrarrepresentación en museos, galerías, centros de arte… pero no de las estructuras patriarcales que sustentan esas desigualdades, del llamado “techo de cristal” ni de estudios actuales sobre el tema. Los datos cuantitativos sobre los porcentajes de mujeres licenciadas en Bellas Artes y sobre las obras realizadas por mujeres que los museos conservan, son datos muy significativos que nos hacen reflexionar. Pero que no han salido por primera vez en esta mesa. Ya han sido recogidos y trabajados por otras o otros profesionales, como es el caso de proyectos como el diagnóstico y plan de igualdad de género en la UPNA de 2006, o de teóricas como Rebeca Echavarri, que trabajan en nuestro entorno más cercano sobre nuevas tendencias de economía feminista

Se habló de liderazgo y de mujeres y de los estereotipos más comunes sobre si valemos o no como líderes, en lo que casi todas las ponentes concordaron en nuestra ineptitud (de las mujeres) para ese cometido. Por suerte Txaro Fontalba contestaba que es una cuestión “cultural y educacional” el hecho de nuestras inhibiciones a la hora de liderar equipos o empresas. También mencionaba a la filósofa Amelia Valcárcel a este respecto con su provocativa tesis del “derecho al mal”.

Se habló de profesionalización y de si es necesario o no que una mujer se presente con falda y tacones “así de altos”, como comentaba Mercedes Jover, para tomar posesión de su cargo cuando escala puestos en una empresa o en la administración pública. Tan vanas fueron algunas intervenciones.

Sobre museos no se habló.

Desde mi punto de vista, por esta disyuntiva de fondo-superficie y por debates superficiales (valga la redundancia) como éste, es porqué tenemos la sensación de estar volviendo una y otra y otra vez sobre el mismo asunto, “mujeres y arte”. Desde la mesa, como comentaba antes, se habló de la visibilización como una estrategia que sirve fundamentalmente para la creación de mujeres referentes. Me pregunto yo entonces, ¿por qué no partimos de referencias que ya han trabajado estas disyuntivas?. Existe un amplio corpus reflexivo en torno al tema con autoras no sólo anglosajonas, y desde miradas políticas ricas y diversas como son Beatriz preciado, Estrella de Diego, Amelia Valcárcel, Marina Núñez, Itziar Ziga, Rocío de la Villa, Marian López y un largo etcétera. Aquí se evidencia el problema del visibilizar por visibilizar, de permanecer en la superficie, de programar acciones políticamente correctas, como mesas de debate que se quedan en una referencia en un catálogo de un festival nacional con una hermosa foto, que es contraproducente por dos motivos fundamentales. El primero, ya que hablamos de construir referentes femeninos, porque no contempla los saberes que otras mujeres anteriormente han debatido ni profundiza sobre ellos, devaluando los conocimientos aportados, ocultándolos de alguna manera por puro desconocimiento. El segundo, porque dejan una falsa sensación de falta de saber en este campo cuando no es cierto. Las teorías feministas en humanidades, en las que según se dedujo ayer parece que no hemos avanzado en absoluto desde los 90’s, llevan una larga trayectoria y son releídas, transformadas y enriquecidas por muchas personas profesionales del campo. Por tanto es irresponsable concluir que este asunto es irresoluble, controvertido y poco conocido. Éste es un tema muy serio y para nada desdeñable, porque convierte en una tertulia lo que muchas profesionales, sobre todo mujeres, trabajan día a día mediante la investigación, práctica y teorización en disciplinas académicas y extraacadémicas fundamentadas.

Si hablamos de profesionalización, existen personas en la Comunidad Foral de Navarra por suerte que trabajan, reflexionan, estudian y escriben sobre el género, cómo se construye socialmente y las interacciones que se dan con otras disciplinas como las artes, etc. Quizá debamos darles la oportunidad de aportar su voz al foro público. Desde aquí no quiero dejar de reivindicar a las personas que tienen una trayectoria indiscutible aunque no necesariamente se hayan dedicado a los estudios de género o hayan trabajado sobre ello. Evidentemente, como mujeres de éxito que son, con su presencia reivindican una posición política como sujetos femeninos.

Pero ¡cuidado!. Esto no conlleva necesariamente que esta persona-mujer pueda ofrecer de manera innata una mirada feminista, es decir, crítica con las estructuras de dominación que son ejercidas socialmente sobre las mujeres. Ni tan siquiera una mirada de género, puesto que esto conllevaría enfocar el tema tratado desde la construcción del sujeto como mente y cuerpo sexuado en relación a su entorno.


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Enlaces al evento
 

*Informe MAV #11 “Mujeres en ARCO Madrid’13”. Informe MAV n.6, mayo 2011,
“Galerías, galeristas y artistas españolas”

**(Sirva como referencia la detallada exposición que realizó en dicho evento Xabier Arakistain)

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