Sobre "GAME, mesa redonda sobre mujeres y artes en Navarra"
Ayer tuvo lugar en el Palacio del Condestable de Pamplona la
mesa redonda GAME (Género, Arte, Museos y Economía) programada dentro del
Festival Miradas de Mujeres, dirigida por Marta Prieto y moderada por Maier
Vélez, Vocal de Cultura del COAVN Navarra. En ella participaron por orden de
presentación, Maite Apezteguía, arquitecta y docente, Txaro Fontalba, artista
visual, Alicia Otaegui, artista visual, Mercedes Jover, actual directora del
Museo de Navrra y Maria Victoria Vidaurre, empresaria y presidenta de
AMEDNA (Asociación de Mujeres Empresarias y Directivas de Navarra).
Las ponentes se presentaron y de forma diversa hablaron,
unas, sobre sus experiencias personales y profesionales, otras, sobre puntos
que consideraban importantes para el debate de las mujeres en las artes. Así,
Maite Apezteguía hizo referencia a la necesidad de “ponerse el traje masculino”
en una profesión como la arquitectura para ser competitiva. Txaro Fontalba
señaló su sensación de “estar una y otra vez recomenzando” cuando abordamos
este asunto que parece haberse estancado en el Estado Español desde los 90’s
cuando se popularizaron las exposiciones de mujeres, como la célebre 100%
comisariada por Luisa López Moreno y Mar Villaespesa. Alicia Otaegui habló del
sobreesfuerzo que hemos de realizar las mujeres para adaptarnos a las
circunstancias de presupuestos, presiones y tiempos en nuestro trabajo y
destacaba que “el talento no tiene género, lo que sí lo tiene son las
oportunidades”. Asimismo Mercedes Jover habló de su campo como un espacio
liderado por mujeres en Navarra, así como de la necesidad de exigir cambios en
la sociedad que incluyan a mujeres y hombres como artífices de los mismos. Por
último, Victoria Vidaurre destacó algunos datos extraídos de informes como el
de MAV, accesible en su web*, sobre los porcentajes superiores de mujeres
licenciadas en Bellas Artes con respecto a los hombres y su contraste con el
número de obras de mujeres y hombres en las colecciones de los museos de arte,
etc.
Rápidamente salió a colación el tema de la visibilidad de las mujeres creadoras, si es o no adecuado
priorizarla y anteponerla a otras estrategias de lucha por la igualdad. ¿Para
qué es tan necesaria y merece toda nuestra atención? preguntaba una asistente a
las ponentes. La respuesta fue clara y contundente: porque si no eres visible
no existes. Maite Apezteguía, Mercedes Jover y Victoria Vidaurre argumentaron
la evidencia de su necesidad, ya que las mujeres que trabajan en el mundo de
las artes visuales (así como las profesionales de cualquier campo) deben dejar
de pasar desapercibidas para que sus contribuciones y vidas sirvan de
referentes para las generaciones actuales y futuras.
Pero la pregunta iba más allá. Recogía el debate que ya se dio
en las jornadas teóricas del proyecto expositivo “Genealogías Feministas en el
arte español: 1960-2010” ** así como en tantos otros eventos y que sigue hoy rebotando
en el espacio del foro colectivo artístico feminista: si la simple visibilización
de mujeres artistas es en sí misma una estrategia de transformación social, si
funciona como un placebo o si incluso se trata de una estrategia
contraproducente en el sentido de devaluación de la obra de mujeres artistas y
teóricas, no sólo por el hecho de crear subcategorías para esa producción, sino
porque puede desembocar en la composición de un totum revolutum en el que la única característica común entre las
obras o los debates, es que han sido creados por una persona de sexo femenino.
Txaro Fontalba muy acertadamente apuntaba la necesidad de
crear genealogías que están por escribir en contraposición a la mera visibilización,
las cuales nos acercarían a un conocimiento más profundo sobre la producción
artística femenina en nuestro país que es desconectada e “intermitente” al igual
que afirma Patricia Mayayo. Fontalba destacaba así la diferencia entre la visibilización y el reconocimiento, poseedor
este último de un consenso social que puede constituir en una mejor herramienta
para la creación y consolidación de referentes femeninos en la historia y el
presente. Así pues, la creación de genealogías y de reconocimiento, requiere de
un trabajo de reflexión y creación de criterios que valoren la obra de las
mujeres desde estructuras transformadas, según yo lo veo.
El debate entre fondo
y superficie estaba servido.
Se habló de datos sobre mujeres y arte y del “misterioso” hecho
de nuestra infrarrepresentación en museos, galerías, centros de arte… pero no
de las estructuras patriarcales que sustentan esas desigualdades, del llamado “techo
de cristal” ni de estudios actuales sobre el tema. Los datos cuantitativos
sobre los porcentajes de mujeres licenciadas en Bellas Artes y sobre las obras
realizadas por mujeres que los museos conservan, son datos muy significativos
que nos hacen reflexionar. Pero que no han salido por primera vez en esta mesa.
Ya han sido recogidos y trabajados por otras o otros profesionales, como es el
caso de proyectos como el diagnóstico y plan de igualdad de género en la UPNA de 2006, o de teóricas como
Rebeca Echavarri, que trabajan en nuestro entorno más cercano sobre nuevas
tendencias de economía feminista
Se habló de liderazgo y de mujeres y de los estereotipos más
comunes sobre si valemos o no como líderes, en lo que casi todas las ponentes
concordaron en nuestra ineptitud (de las mujeres) para ese cometido. Por suerte
Txaro Fontalba contestaba que es una cuestión “cultural y educacional” el hecho
de nuestras inhibiciones a la hora de liderar equipos o empresas. También mencionaba
a la filósofa Amelia Valcárcel a este respecto con su provocativa tesis del “derecho
al mal”.
Se habló de profesionalización y de si es necesario o no que
una mujer se presente con falda y tacones “así de altos”, como comentaba Mercedes
Jover, para tomar posesión de su cargo cuando escala puestos en una empresa o
en la administración pública. Tan vanas fueron algunas intervenciones.
Sobre museos no se habló.
Desde mi punto de vista, por esta disyuntiva de
fondo-superficie y por debates superficiales (valga la redundancia) como éste, es
porqué tenemos la sensación de estar volviendo una y otra y otra vez sobre el
mismo asunto, “mujeres y arte”. Desde la mesa, como comentaba antes, se habló
de la visibilización como una estrategia que sirve fundamentalmente para la
creación de mujeres referentes. Me pregunto yo entonces, ¿por qué no partimos
de referencias que ya han trabajado estas disyuntivas?. Existe un amplio corpus
reflexivo en torno al tema con autoras no sólo anglosajonas, y desde miradas
políticas ricas y diversas como son Beatriz preciado, Estrella de Diego, Amelia
Valcárcel, Marina Núñez, Itziar Ziga, Rocío de la Villa, Marian López y un
largo etcétera. Aquí se evidencia el problema del visibilizar por visibilizar,
de permanecer en la superficie, de programar acciones políticamente correctas,
como mesas de debate que se quedan en una referencia en un catálogo de un
festival nacional con una hermosa foto, que es contraproducente por dos motivos
fundamentales. El primero, ya que hablamos de construir referentes femeninos,
porque no contempla los saberes que otras mujeres anteriormente han debatido ni
profundiza sobre ellos, devaluando los conocimientos aportados, ocultándolos de
alguna manera por puro desconocimiento. El segundo, porque dejan una falsa sensación
de falta de saber en este campo cuando no es cierto. Las teorías feministas en
humanidades, en las que según se dedujo ayer parece que no hemos avanzado en absoluto desde los 90’s,
llevan una larga trayectoria y son releídas, transformadas y enriquecidas por
muchas personas profesionales del campo. Por tanto es irresponsable concluir
que este asunto es irresoluble, controvertido y poco conocido. Éste es un tema
muy serio y para nada desdeñable, porque convierte en una tertulia lo que
muchas profesionales, sobre todo mujeres, trabajan día a día mediante la
investigación, práctica y teorización en disciplinas académicas y
extraacadémicas fundamentadas.
Si hablamos de profesionalización, existen personas en la
Comunidad Foral de Navarra por suerte que trabajan, reflexionan, estudian y
escriben sobre el género, cómo se construye socialmente y las interacciones que
se dan con otras disciplinas como las artes, etc. Quizá debamos darles la
oportunidad de aportar su voz al foro público. Desde aquí no quiero dejar de
reivindicar a las personas que tienen una trayectoria indiscutible aunque no
necesariamente se hayan dedicado a los estudios de género o hayan trabajado
sobre ello. Evidentemente, como mujeres de éxito que son, con su presencia
reivindican una posición política como sujetos femeninos.
Pero ¡cuidado!. Esto no conlleva necesariamente que esta
persona-mujer pueda ofrecer de manera innata una mirada feminista, es decir,
crítica con las estructuras de dominación que son ejercidas socialmente sobre
las mujeres. Ni tan siquiera una mirada de género, puesto que esto conllevaría
enfocar el tema tratado desde la construcción del sujeto como mente y cuerpo
sexuado en relación a su entorno.
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Enlaces al evento
Enlaces al evento
*Informe MAV #11 “Mujeres en ARCO Madrid’13”. Informe MAV
n.6, mayo 2011,
“Galerías, galeristas y artistas españolas”
**(Sirva como referencia la detallada exposición que realizó
en dicho evento Xabier Arakistain)
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